La Seguridad Social cobrará 288 euros por cada mes de prácticas que se incorpore a la vida laboral
ACTUALIDAD
Ofrece a antiguos becarios la posibilidad de reconocer esos períodos como cotizados, pero aplicando las bases actuales
01 may 2024 . Actualizado a las 09:46 h.Desde el pasado 1 de enero, todos los estudiantes que realizan prácticas formativas o académicas, ya sean remuneradas o no, deben ser dados de alta en la Seguridad Social, para que estos períodos de trabajo se tengan en cuenta de cara al cómputo de sus futuras jubilaciones. Pasados cuatro meses, en los que 570.000 estudiantes se han incorporado al sistema como cotizantes, el Gobierno abrirá ahora una ventana para que antiguos becarios e investigadores puedan coger también el tren e incorporar a sus vidas laborales prácticas que no constaban como tiempo de trabajo.
Para ello, el Ministerio de Seguridad Social ha aprobado una orden ministerial que permitirá, una vez que se publique en el BOE, suscribir un convenio especial con la Tesorería General de la Seguridad Social para computar como cotizados hasta cinco años de antiguos períodos formativos.
Podrán beneficiarse de la medida antiguos alumnos universitarios, de formación profesional (salvo cuando las prácticas se hubieran prestado en el régimen de FP intensiva), de enseñanzas artísticas superiores, enseñanzas artísticas profesionales y enseñanzas deportivas del sistema educativo. También graduados universitarios que, a través de estudios oficiales de doctorado, hubieran participado antes del 4 de febrero del 2006 (fecha de entrada en vigor el Estatuto de Personal Investigador en Formación) en programas de formación de naturaleza investigadora, tanto en España como en el extranjero, apunta el ministerio en un comunicado.
Si se trata de prácticas no remuneradas, deberán haberse realizado con anterioridad al 1 de enero del 2024, mientras que las remuneradas deben ser anteriores al 1 de noviembre del 2011.
«Esta medida representa la mejor definición del Gobierno de justicia social. Ampliamos los derechos de los más jóvenes, pero también reparamos los desequilibrios y abrimos la ventana a aquellos que no tuvieron esa opción en el pasado», defendió la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz.
Claro que entre las condiciones de unos y otros hay una gran distancia. Así, mientras las empresas y universidades se benefician de una bonificación del 95 % en las cuotas de los actuales becarios, los que quieran reconocer prácticas pasadas deberán afrontar una factura mucho más abultada. En concreto, de 288,3 euros por cada mes que se quiera incorporar a la vida laboral.
Y es que, a diferencia del proceso de regularización que se abrió en el 2011, en el que se cotizaba de acuerdo a las bases vigentes en el momento en el que realizaron esos períodos formativos, en el convenio que ahora ofrece la Seguridad Social las cuotas se calcularán como si estos se realizasen en el presente, aplicando las bases de cotización mínimas de este ejercicio (1.323 euros al mes). Sobre esta cuantía se aplica un coeficiente reductor de 0,77 (el mismo que se estableció en la regularización del 2011) y sobre la base resultante se calcula el tipo de cotización por contingencias comunes, que es del 28,3 %, ya que el antiguo estudiante debe asumir tanto la aportación que le habría correspondido a su empleador como la suya propia. Con estos cálculos, cada mes que se quiera reconocer costará 288,3 euros.
Si se hubiese seguido el modelo anterior, el que se aplicó durante el Gobierno de Zapatero, una persona que hubiese hecho prácticas en el ejercicio 2010, por poner un ejemplo, habría visto reducida su factura de forma sustancial, ya que en ese año la base mínima de cotización era de 738,9 euros, por lo que aplicando el resto de reglas el coste de reconocer cada mes de prácticas sería un 44 % inferior, de 161 euros (aunque, a cambio, su base de cotización de cara al reconocimiento de futuras prestaciones, como las de jubilación, sería inferior).
Aunque será más caro, la Seguridad Social ofrecerá a las personas que formalicen el convenio hacer el pago en una sola vez o fraccionarlo en tantos meses como aquellos que pretenden incorporar a vida laboral.