Niza activa el toque de queda que prohíbe salir de casa a menores de 13 años a partir de las once

r. r. garcía REDACCIÓN / LA VOZ

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Es la ciudad francesa de mayor población que aplica esta medida para combatir la violencia y delincuencia juvenil

02 may 2024 . Actualizado a las 10:18 h.

Balnearios, playas, lujo... Es la imagen idílica que proyecta al mundo Niza, situada en el epicentro de la Costa Azul y una de las principales ciudades turísticas de Francia. Pero esta fachada luminosa oculta un reverso oscuro, la que se esconde en los barrios marginales donde anida la violencia y la delincuencia juvenil y que no sale a relucir en las postales turísticas.

Un problema que preocupa en Francia y que varias ciudades del país han intentado controlar mediante la imposición de toques de queda nocturno para menores de 13 años. Es lo que han hecho Béziers, Cagnes-sur-Mer, Pointe-á-Pitre (Guayana) o Les Pennes-Mirabeau y, desde este miércoles, también Niza. Solo que en este caso esta medida extrema amplifica su foco de forma exponencial al introducirse en una urbe de 350.000 habitantes, la quinta más populosa de Francia, sin contar con su área metropolitana, que supera el millón de habitantes.

Bajo esta orden, que se prolongará hasta que concluya el verano, los menores de 13 años no podrán salir de casa entre las once de la noche y las seis de la madrugada, salvo que lo hagan acompañados por sus padres.

La medida no se aplicará en toda la ciudad, sino en los distritos más conflictivos, entre los que se encuentra el centro de la ciudad y la zona vieja. La norma general también aplica una excepción: el barrio de Moulins, uno de los más marginales y conflictivos, donde el toque de queda se aplicará a los menores de 16 años «en vista de sus particularidades», según un comunicado de la alcaldía.

La orden fue dictada por el alcalde, Chistian Estrosi, aunque no es la primera vez que la ciudad aplica el toque de queda. Ya lo había hecho entre el 2009 y el 2020.

«El hecho de que un niño menor de 13 años esté en casa de sus padres por la noche no debe ser fruto de la voluntad de un alcalde. Debería ser el sentido común de los padres y de la ley. Como a veces falta sentido común y responsabilidad parental y la ley no tiene el valor de hacerse cargo, yo asumo mi responsabilidad», explicó Estrosi cuando anunció la medida, aunque no fue hasta este mismo miércoles cuando se conocieron los detalles y cuáles iban a ser los barrios afectados. Para la oposición, sin embargo, esta medida «no solucionará el problema».

¿Por qué se pone ese límite?

 

 

El toque de queda para combatir la delincuencia juvenil se ha fijado a partir de los 13 años en todas las ciudades francesas en las que se ha implantado. Pero, ¿por qué se ha establecido este limite? No ha sido por una cuestión arbitraria, sino porque, según la legislación gala, esta es la edad en la que los menores tienen capacidad de discernimiento.

De esta forma, el artículo L11-1 del Código Penal, que regula los principios generales del Derecho penal aplicables a los menores, estipula que «se presume que los menores de trece años no son capaces de discernir».

Este hecho es importante, porque una vez que se considere que un adolescente tiene capacidad de discernimiento también pasa a ser penalmente responsable de sus actuaciones. O, lo que es lo mismo, «de los delitos, faltas o contravenciones de los que sea declarado culpable», precisa el Código Penal galo.

De esta forma, establecer un toque de queda para los menores de 13 años equivale a protegerlos de influencias nocivas o de fechorías en las que podrían verse implicados si se encuentran en espacios públicos sin la compañía de un adulto.

«Un individuo de 12 años encontrado en la calle y que no respeta la orden municipal del toque de queda no está expuesto a un proceso penal», según explicó a la emisora Europa 1 Eric Henry, delegado nacional de la Policía Alliance.

La falta de discernimiento del adolescente que incumpla el toque de queda también permite que sus padres sean castigados como responsables del menor. O bien para reclamarles las multas derivadas de la conducta de su hijo o, si existe reincidencia, para enfrentarse a un proceso judicial.

En primera instancia, si a un menor se le sorprende durante el toque de queda se llama a sus padres para recogerlo en comisaria. Pero si estas actuaciones se repiten se abre una investigación que podría determinar, por ejemplo, que el joven fuese llevado a un hogar educativo.

Géraldine Chavier, profesora de Derecho Público en la Universidad de la Sorbona, coincide en que el límite de edad se emplea para proteger al menor. «El alcalde tiene un papel protector, no es juez ni policía. Si los menores de 13 años no son capaces de discernir, entonces deben ser protegidos. El único objetivo que puede perseguir el alcalde es proteger a estos niños y evitar alteraciones del orden público», aseguró a la prensa francesa.