El nuevo museo de los calamares gigantes, los temidos «kraken»: las criaturas aún hoy más misteriosas del mundo

La Voz

ASTURIAS

XAIME RAMALLAL

El Aula del Mar de Luarca, donde están diez ejemplares de calamar gigante, es la mayor y mejor dotada del mundo; en su día, ofrecían a Luis Laria, coordinador entonces del Cepesma, 800.000 euros por estos ejemplares

07 may 2024 . Actualizado a las 13:03 h.

El Museo del Calamar Gigante de Luarca contiene la mayor colección del mundo de esta estraña y misteriosa especie que ha generado mitos a lo largo de la historia, sobre todo entre la gente del mar, como el del mítico «kraken». Los calamares gigantes son unas de las criaturas del mar más misteriosas del mundo.

En el Aula del Mar de Luarca conservan diez ejemplares de calamar gigante. El museo pertenece ahora al Concejo de Valdés. Puede visitarse de miércoles a viernes por las tardes (16.30 a 19.30) y fines de semana todo el día. Cierra lunes y martes.

El nuevo espacio museístico, abierto en 2022, permite descubrir la vida y hábitat de los cefalópodos más grandes del mundo, así como el de sus presas y sus depredadores en las profundidades del Mar Cantábrico. Ofrece además la primera grabación de un calamar gigante vivo en su hábitat natural. En su día llegaron a ofrecer 800.000 euros por esta colección a L. Laria, entonces coordinador del Cepesma en Asturias, hoy director del Parque de la Vida, también en Luarca, tal como él mismo reconocía.

Según un informe del CSIC, el calamar gigante es el mayor invertebrado del planeta y posee los ojos más grandes del reino animal. Viven en mar abierto entre 300 y 1.500 metros de profundidad. Asturias es una de las zonas con mayor número de apariciones del mundo; también Galicia. En general, todo el Cantábrico. 

«Encontrar este fabuloso animal es muy difícil. Durante décadas ha sido objeto de deseo de científicos y periodistas de todo el mundo. Fue el naturalista danés Johan Jappetus Steenstrup (1813-1897) quien nombró a los calamares gigantes como Architeuthis, un nuevo género dentro de la clase de los cefalópodos. Aunque hoy no existe consenso en la comunidad científica sobre el número de especies, la opinión más generalizada es que parece existir una única especie que, por prioridad, sería Architeuthis dux (Steenstrup, 1857)», expone Carmen Martínez en su informe para el CSIC.

Los calamares gigantes son animales enormes: su cuerpo puede alcanzar los 2,40 metros y pueden llegar a pesar 275 kilos; las hembras son más grandes que los machos. Al igual que otros cefalópodos, en la cabeza tienen diez apéndices rodeando la boca: ocho brazos y dos tentáculos. Los tentáculos, que le sirven para atrapar a sus presas, son larguísimos, con ellos estirados pueden llegar a medir 18 metros.

Como en las profundidades del océano no llega la luz, sus ojos son muy anchos, hasta 25 cm, lo que les permite vislumbrar las presas bioluminiscentes o detectar a sus predadores. La esperanza de vida de un calamar gigante es amplia, habiéndose estimado mediante diferentes métodos la duración de su ciclo vital entre 1 y 14 años de edad. 

«Los monstruos marinos forman parte del acervo popular desde la antigüedad. Hace cientos de años, los marinos noruegos estaban aterrorizados por el Kraken, un terrible monstruo capaz de hundir barcos y comerse toda su tripulación. Hoy sabemos que las leyendas de este monstruo se basan en avistamientos de calamares gigantes; de ahí el nombre, Kraken», señala el mismo informe del CSIC.

«La primera fotografía de un calamar gigante se tomó en 1874. A principios de 2004 se presentó el primer documental sobre calamares gigantes producido íntegramente en España: Proyecto Kraken: en busca del Calamar Gigante. En él se relatan los intentos por filmar vivo un Architeuthis en las profundidades de Carrandi, frente a las costas de Asturias. Nueva Zelanda y Asturias son las dos zonas con mayor número de apariciones de Architeuthis del mundo, por lo que se han convertido en polos de atracción para los científicos», añade.

La colección de calamares gigantes depositada en el Aula del Mar de Luarca era, y continúa siendo, la mejor dotada del mundo.