Maguette Wade, la asturiana que desafía al racismo: «Ningún comentario de este tipo se hace con humor, son para hacer daño»

Carmen Liedo OVIEDO

ASTURIAS

Maguette Wade, en una simbólica foto, vestida de azul y con un colgante de la cruz de la victoria
Maguette Wade, en una simbólica foto, vestida de azul y con un colgante de la cruz de la victoria

La langreana ha querido dar visibilidad a la «avalancha de odio» que ha vivido por el color de su piel tras subir con una amiga un vídeo a TikTok algunas expresiones y frases hechas habituales en nuestra región

07 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Maguette Wade es asturiana, en concreto, de La Felguera, localidad del municipio de Langreo, de donde es su madre «de toda la vida» y a donde ella llegó con apenas unos días desde Madrid. Además de serlo, lo siente y vive su asturianía como el o la que más, razón por la cual hace unas semanas decidió subir junto a una amiga un vídeo a la plataforma TikTok en el que, en clave de humor, repasaban algunas expresiones y frases hechas habituales en nuestra región. Lo que nunca pensó Maguette es que ese vídeo fuera a derivar en «una avalancha de odio» por tener la piel de color y que se aprovechara este rasgo suyo para atacarla y poner en duda su procedencia.

Esta langreana de 21 años explica que el día que ella y su amiga subieron el vídeo, se fueron a dormir «y no había comentarios negativos» porque, principalmente, sus seguidores son gente de su entorno. Sin embargo, al día siguiente se dieron de bruces con el deplorable racismo a través de un montón de comentarios de gente que no conocen, lo cual le supuso un gran disgusto a ella, a su familia y a su amiga. «Al principio, fue complicado, así que inicialmente pensé en borrar el video», comenta Maguette, que añade que después reflexionó sobre la situación y, con el apoyo de su familia y de su amiga, no sólo decidió no borrar el vídeo, sino que optó por hacer otro «denunciando que esto no es normal» y dar visibilidad a lo que le había pasado por el color de su piel.

«Lo más fácil hubiera sido dejarlo pasar, pero yo hablé con mi madre y me dijo que la decisión era mía y que tenía su apoyo», señala la langreana, que no concibe que se mire a una persona sin ver más allá del color de la piel y que la gente «hable con odio hacia el color de la piel». En este sentido, ve con preocupación «la facilidad que tiene la gente para meterse con otra por esa cuestión, el color de la piel, por su orientación sexual o su complexión física», ya que considera que determinados comentarios «están muy normalizados». Es más, Maguette dice que se ha encontrado con comentarios que insinúan que hizo el vídeo para generarlos o que se respaldan en que lo dicen en tono de humor para justificar los ataques racistas. «Ninguno de esos comentarios son con humor, son para hacer daño, pero los palmeros también son preocupantes. Que lo diga una persona y 5.000 lo respalden dando me gusta al comentario es peor», apostilla.

En relación a las redes sociales, Maguette Wade opina que las plataformas deberían tener otra política para evitar cualquier tipo de ataque por la condición de las personas: «El caso es que si pones racismo seis veces en un post, te lo quitan, pero si después hay un montón de comentarios racistas, esos no los quitan», expone la misma, que agrega que «nadie en su sano juicio quiere que se le trate así».

Ayudar a otras personas

El caso es que la decisión de Maguette de dar visibilidad a la «avalancha de odio» que vivió días atrás ha generado que reciba, no sólo apoyo de todo su entorno familiar y de amigos, sino de una multitud de personas porque, además, ha aceptado dar visibilidad a lo que le ha pasado a través de los medios de comunicación con el objetivo de sensibilizar sobre el tema y de «ayudar a otras personas» que quizá no se sienten con la fuerza de afrontarlo como ella lo ha hecho. «A mí me pasa esto en otro momento, en vez de con 21 años, cuando estoy todavía en la ESO, y me pondría a llorar y me daría mucha vergüenza, así que esta es una manera de que la gente que está pasando por ello, no se calle», defiende la langreana, que se muestra consciente de que «puede costar salir de buenas a primeras». Sin embargo, traslada que una vez que decidió poner en evidencia el racismo que aún hay hoy en día, no le molesta hablar del tema, por ejemplo, con sus compañeros de estudios con ese objetivo de sensibilizar sobre el tema.