Si en las anteriores semanas me sorprendía la tranquilidad con la que se estaba desarrollando la campaña en el País Vasco (sin que se trasladasen las tensiones de la política nacional, tal y como había sucedido en Galicia), quizás desde el éxtasis que produjo la victoria del Athletic de Bilbao en la Copa del Rey y la impresionante celebración a lo largo y ancho del río Nervión hayan ayudado a caldear el ambiente.
La chispa saltó el pasado lunes con un asunto que parecía superado, pero la triste realidad nos ha hecho ver que sigue habiendo una gran asignatura pendiente pese a todos los pasos dados. A la pregunta del periodista Aimar Bretos de si ETA fue un grupo terrorista, el candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, fue incapaz de responder que sí. Se fue por los cerros de Úbeda y llenó su argumentación de eufemismos. «ETA fue un grupo armado que puede tener diversas consideraciones. Hay diferentes puntos de vista de lo que ha supuesto los GAL o la violencia del estado. Afortunadamente, ETA ya no existe y podemos afrontar el futuro de una forma más compartida, así como la memoria. Se puede discutir sobre las consideraciones de que es terrorismo y que no es. La cuestión principal es diagnosticar como se superan los conflictos políticos y hemos avanzado mucho. La sociedad vasca está en otra fase y tiene este debate superado».
Da verdadera pena y tristeza que habiendo conseguido en Euskadi el final de los asesinatos, de los secuestros, de la extorsión y de las amenazas, todavía la izquierda abertzale se encuentra a años luz de condenar el historial criminal que sufrieron miles de personas en toda España por culpa de la banda terrorista ETA. Las vascas y los vascos decidirán libremente el domingo el futuro ejecutivo en el que, según las encuestas, existen altas probabilidades de que el PNV pierda la hegemonía (ha ganado en votos las doce elecciones al Parlamento Vasco celebradas hasta la fecha, aunque en ninguna ocasión obtuvo la mayoría absoluta. Hay dos excepciones a remarcar: en 1986 el PSE le superó en escaños y en 2009 Patxi López ocupó la Lehendakaritza tras pactar con el PP), aunque ello no quiere decir que no continúen al mando del gobierno autonómico. Seguramente serán las y los socialistas los que decidan, como bien dice su lema electoral, quien ocupará Ajuria Enea.
Ante la fugaz visita de Pedro Sánchez vi publicado un tweet muy afortunado que hablaba de las abismales diferencias entre el nuevo HUCA y del Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal. El primero es un complejo hospitalario moderno, perfectamente equipado y comunicado, para que se destinó una inversión de 360 millones de euros. El segundo va camino a convertirse en un gran almacén, al más puro estilo de cualquiera que puede tener Amazon, con un derroche de 200 millones de euros, porque no tuvo ninguna lógica su existencia.
Cabe decir que no hay punto de equiparación entre la política sanitaria gestionada por el gobierno asturiano con el madrileño. Por hablar en términos presupuestarios, en el caso del primero es el que más destina por habitante (2.311,16 euros), mientras que el segundo es el que está a la cola (1.468,38 euros) de toda España. Bien es cierto que con el paulatino envejecimiento de la población no queda otra (si es que consideras de verdad que la salud es una prioridad), pero ante diferencias así debemos tener muy en cuenta las consecuencias nefastas que supone a las y los ciudadanos las desigualdades territoriales (si bien es cierto que, al estar transferidas las competencias a las autonomías, son ellas las que deben hacer el esfuerzo de equipararse unas con otras). Ayuso tiene un historial aciago desde que llegó a la Puerta del Sol, y particularmente en todo lo relativo a lo sanitario, es nefasto.