Avanzar hacia la gestión por impacto

Cristina González TRIBUNA

OPINIÓN

JORDI PLAY - CAIXABANK | EUROPAPRESS

04 may 2024 . Actualizado a las 11:29 h.

En los últimos años, un nuevo concepto se ha afianzado en el campo de la economía: la inversión de impacto. Se trata de inversiones que se diseñan desde su origen con el objetivo de aportar, al margen de su esperado rendimiento financiero, un impacto social o medioambiental positivo y cuantificable. Expertos en este campo como el Global Impact Investing Network (GIIN), un grupo de inversores internacionales dedicado a avanzar las mejores prácticas del sector, destacan que el rendimiento de impacto se ha convertido en un elemento diferenciador e ineludible en todo tipo de inversiones.

Entender el efecto e influencia que generan las inversiones en las personas, la sociedad y el planeta, y saber gestionarlo para maximizar sus efectos positivos y minimizar los negativos, está llamado a convertirse, por tanto, en una palanca estratégica para las organizaciones a la hora de enfrentarse a los desafíos sociales y ambientales.

La cada vez más extendida palabra impacto y el crecimiento exponencial que han experimentado este tipo de inversiones —de las que las microfinanzas, y por lo tanto la actividad de MicroBank, forman parte— indica una dirección a seguir. Según un estudio elaborado por SpainNAB, en colaboración con Esade Center for Social Impact, la inversión de impacto en España creció un 58 % durante el ejercicio 2022 hasta los 1.208 millones de euros. Por su parte, el segmento específico de financiación bancaria (incluye banca ética y social y cooperativas financieras) gestionó activos por valor de 1.743 millones de euros ese mismo año, lo que supone un crecimiento del 4,4 % con respecto al 2021.

Estas cifras, aunque alentadoras, esconden una realidad menos optimista: el volumen de inversión, comparado con la dimensión de los retos al frente, sigue siendo escaso. Restan poco más de cinco años para la finalización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y nos encontramos a una distancia considerable de su alcance. Europa está siendo proactiva, fortaleciendo el sector social y de inversión de impacto, y animando a las empresas a ponderar el efecto que conlleva su crecimiento; pero el sector privado está llamado a adoptar una mayor iniciativa.

Este es precisamente el motivo que ha llevado a MicroBank a reforzar su propósito social. A través del microcrédito y de otros préstamos, la entidad quiere contribuir a la inclusión, a la creación de empleo, riqueza y bienestar en España. Y es que, cuando se analizan los datos, se comprueba que queda mucho por hacer: según el avance del Informe sobre el Estado de la Pobreza de EAPN (2024), la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE) sigue aumentando, alcanzando al 26,5 % de la población residente. La carencia material y social severa es la que más crece, hasta situarse en el 9 % de la población. En nuestro país, casi la mitad de la población llega con dificultad a final de mes y, aunque España disfruta de su nivel más bajo de desempleo en 15 años, situado en el 11,6 %, este dobla la media europea. MicroBank se ha propuesto ser parte de las respuestas que se dan a estos y otros desafíos de la sociedad. Y se ha puesto manos a la obra. En 2023, gracias a la financiación prestada a los emprendedores, se crearon más de 28.000 puestos de trabajo, y se mejoró con una partida de 33 millones la empleabilidad a través de la capacitación y la educación.