De una decena de cines, al vacío casi absoluto y el esperado resurgir: la nostálgica historia de las salas en Oviedo

C.C. / D.R. REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

Una pareja de hombres observa las películas de estreno del nuevo cine de Oviedo
Una pareja de hombres observa las películas de estreno del nuevo cine de Oviedo

Los Embajadores Foncalada devuelven las proyecciones al centro de la ciudad. Una añorada aspiración de la sociedad ovetense, que se despidió de la gran pantalla en el 2007, con el apagón de los Brooklyn. Durante más de una década Los Prados se convirtieron en la única opción de todo el concejo, pero hubo tiempos mejores para el séptimo arte. Repasamos cuáles fueron los principales nombres y te invitamos a que nos cuentes tus recuerdos allí

25 abr 2024 . Actualizado a las 09:34 h.

Los cines Embajadores Foncalada han devuelto esta semana las proyecciones al centro de Oviedo. Una demanda de los amantes del séptimo arte en la capital asturiana, que durante más de una década ha resistido con una sola opción en todo el concejo: Los Prados. Antes, el apagón en el 2007 de los Brooklyn dejó al corazón de la ciudad huérfano de la gran pantalla. Aquel año marcó la caída definitiva de las salas independientes, quedando únicamente la alternativa de los multicines. Pero hubo un tiempo en el que llegó a haber hasta una decena de cines, algo que recuerdan y añoran varias generaciones de ovetenses.

Oviedo llegó a estar entre las ciudades con más butacas por habitante de toda España. A principios de los 80 se proyectaban películas en las salas de los cines Aramo, Ayala, Principado, en los Minicines Salesas, Real Cinema, Fruela, Clarín y Brooklyn. A ello se añadían los filmes que se podían ver tanto en el el teatro Campoamor como en el Filarmónica. Otros fueron abriendo y cerrando durante el siglo XX.

Una de las últimas colas para entrar los cines Brooklyn, en Oviedo. El local fue un supermercado, está ahora vacío y se alquila por 28.000 euros
Una de las últimas colas para entrar los cines Brooklyn, en Oviedo. El local fue un supermercado, está ahora vacío y se alquila por 28.000 euros

Los Brooklyn fueron los últimos en caer. El 18 de febrero del 2007 se apagaron sus proyectores. Habían abierto en 1980 de la mano de José María Fernández y Antonio Robles. Daban acceso desde la calle General Zuvillaga y habían sido decorados nada más y nada menos que por el diseñador Chus Quirós. Una generación entera les fue fiel hasta su cierre, 27 años después. Ocupaba un espacio hoy vacío, con salida hacia las calles Independencia y Matemático Pedrayes.

Muchas de estas salas fueron víctimas del bum inmobiliario de fin de siglo. El Registro de cinematógrafos de Asturias, editado por el Principado en el 2014, recoge algunos datos sobre ellos, aunque no están todos. Los propietarios de los Brooklyn abrieron el mismo año los Clarín en Valentín Masip, 7, donde ahora se ubica un supermercado. 

En la misma calle Uría estaban los Aramo, que abrieron en 1942 en un elegante edificio que hoy ocupa una tienda de ropa que conserva parte de su diseño. Aguantó 42 años abierto y lo siguen recordando varias generaciones de ovetenses. De la época de posguerra eran también los cines Santa Cruz, en la calle del mismo nombre. Algo que da cuenta de la cercanía de las salas de aquel momento. 

Muy cerca estaba el cine Principado, que fue de los más longevos, proyectando películas durante casi siete décadas. Sus mismos propietarios tuvieron otro más antiguo, el Popular Cinema, en Longoria Carbajal. Fue reformado en varias ocasiones y pasó a llamarse Gran Cinema y, al final, Real Cinema. Los cierres de ambos coincidieron en el tiempo: los últimos años de la década de los 90.  

Estado actual del edificio en el que estaba el cine Aramo
Estado actual del edificio en el que estaba el cine Aramo

Varias generaciones de ovetenses recuerdan también los cines Ayala, en Matemático Pedrayes. Un local ocupado ahora por un gimnasio que mantiene parte de la decoración, puesto que se trata de un edificio catalogado y protegido. Abrió en 1962 y cerró ya entrado el nuevo milenio. 

La construcción del centro comercial Salesas trajo consigo otras salas, los minicines, que como su propio nombre indica estaban formados por pequeños espacios con aforo reducido en los que ver los estrenos del momento. Estuvieron abiertos poco tiempo, unos 15 años, hasta que esa superficie fue utilizada para fines comerciales. 

 

Hubo otros nombres: Asturias, Toreno, Sala Olimpia, María Luisa, Palladium, Fruela o Roxy. Estaban repartidos por el centro de la ciudad y también alcanzaban alguno de sus barrios más alejados. Unos duraron más y otros menos, pero poco a poco fueron cerrando hasta que en el 2007 los Brooklyn pusieron el punto y final. Ahora, los esperados cines Embajadores Foncalada devuelven al corazón de Oviedo los estrenos y una programación cultural alrededor del séptimo arte. Cuatro salas que se suman a la oferta de Yelmo en Los Prados.

Si tienes fotografías antiguas de aquellas salas de cine que había en la capital asturiana, puedes hacernoslas llegar a lavozdeoviedo@lavozdeasturias.es